Las 5 principales diferencias entre un redactor y un copywriter

Lo que debes saber si estás pensando contratar este servicio

 

Llevo tiempo queriendo escribir este post para explicar las diferencias entre un redactor y un copywriter. Porque me hacen muy a menudo esta pregunta y además me he topado con personas que dicen ser “copys” cuando en realidad se limitan a escribir textos o artículos para blogs.

Y es que, déjame contarte brevemente mi evolución en este sentido.

Desde que era adolescente llevo en las venas la escritura, ya que estudié Periodismo y he trabajado durante más de una década en medios de comunicación como redactora. Pero te haré un resumen de cómo pasé de escribir contenidos sin más a convertirme en copywriter.

Explicar mucho el término no es el objetivo de este post y si quieres adentrar más en  qué es un copywriter ve a leer el artículo en este mismo blog. Lo que pretendo es que conozcas esas diferencias para que no te den gato por liebre si quieres trabajar con un redactor publicitario para tus proyectos o negocios. O si te quieres dedicar a la escritura.

Cómo pasé de redactora a copywriter: breve historia

 

Cuando sabes escribir, te obsesionan las faltas de ortografía (que, por cierto, si me cuelo alguna, dímelo, por favor) y te has encargado de redactar todo tipo de textos, te crees el rey del mambo. O la reina.

La facilidad para contar algo con palabras puede que sea innata y que no temas en absoluto enfrentarte a una página en blanco y golpear el teclado. Ni tampoco coger papel y boli y escribir cualquier tema que te propongan.

Esa era yo hace un par de años.

Pero cuando se trata de escribir para vender, para provocar una reacción en el lector, la cosa cambia bastante.

Y para hacerlo bien, no basta con saber de ortografía y tener soltura con la libreta y la pluma, sino que tienes que ir más allá. Y conocer muchísimo el producto, la empresa, la marca y el lector al que te estás dirigiendo.

Llevo unos años escribiendo para negocios online  y cuando me adentré en el mundo del copywriting me sentía un poco impostora diciendo que era copy, cuando en realidad no me había formado como tal nunca, sino que me había limitado a leer mucho del tema y a seguir a otros copywriters. Total, ya era experta en marketing de contenidos y era prácticamente lo mismo.

Ja, ja, ja. Me río ahora de esa chulería.

Hasta que hice el mejor curso de copywriting que podía haber elegido y comencé a trabajar de escribir para vender (así se llama el curso) y de ver los resultados que generaban mis textos. Dejando a un lado otras tareas que me quitaban tiempo y no resultaban tan rentables ni para mí ni para los clientes.

Porque el copywriting, si se hace bien, funciona. Genera ventas. Persuade al lector.

Hasta aquí mi historia resumida. Ahora te contaré las principales diferencias y por qué no cuesta lo mismo un copy para una web que un post para un blog.

Diferencias entre la redacción y el copywriting

Si piensas que hace lo mismo un redactor que un copywriter e incluso tú vendes ambos servicios, es mejor que tengas claras estas diferencias. Porque, además, el precio tampoco es el mismo y ahora entenderás las razones.

1. El objetivo del texto

 

La redacción de contenidos se centra básicamente en escribir sobre un tema para informar al lector. Es lo que hacemos los periodistas en los medios de comunicación, por ejemplo.

O lo que lees en un blog de una web determinada. Los famosos post.

En este caso, la intención no es venderles nada, sino relatar un acontecimiento, explicar cómo funciona un producto o en qué consiste determinado servicio. Sin más.

Está claro que hoy día, tener contenidos en un blog de una empresa es fundamental para conseguir visitas a la web, dar a conocer tu marca, generar conversación con el lector e, incluso, captar potenciales clientes.

Si además, aplicas técnicas de escritura persuasiva en ese artículo, e incluyes una llamada a la acción o un regalito, los famosos lead magnet, la venta estará más cerca.

En copywriting, el objetivo es provocar una reacción en el lector. Es decir, que cuando lea ese texto haga lo que tú quieres que haga: suscribirte a una newsletter, abrir un email, llenar su carrito de la compra virtual o hacer una llamada para reservar una cita.

Una diferencia fundamental con la redacción sin más.

2. La necesidad de investigar

 

Está claro que para escribir de un tema que no conoces necesitas informarte, consultar fuentes fiables, contrastar la información, hacer entrevistas o acudir al lugar de los hechos en el caso de los medios.

Pero, en la mayoría de ocasiones, no realizas una investigación profunda del tema en cuestión. Durante una semana o incluso un mes como sí hace un copywriter.

Para hacer un buen trabajo de copy, has de conocer muy bien el producto o servicio del que hablas, sus beneficios y sus características. Y también, tendrás que ponerte en la piel de la persona que leerá el texto para que parezca que le estás hablando a él.

Así es que, esta es la segunda gran diferencia. INVESTIGACIÓN PREVIA.

3. Las palabras y el tono de voz

 

En el periodismo o en la redacción de un artículo, solemos utilizar palabras más técnicas, más cultas y alineadas con el tema tratado. Y también un tono neutro, que no pretende ser igual que el del lector.

En copywriting, hay que huir de los tecnicismos, de un lenguaje que suene demasiado experto y de un tono distante. Todo se basa en escribir tal y como hablarías con esa persona si la tuvieras delante.

Para eso, usamos frases sencillas, de forma que el interlocutor las entienda a la primera, sin tener que releer una y otra vez.

4. El público/lector al que te diriges 

 

Si tienes un producto o servicio, quieres llegar a un público amplio.

Una de las respuestas más habituales de muchos emprendedores cuando les preguntan que a quién quieren vender es a TODOS.

Ahora ya imaginas lo que voy a decirte, ¿verdad?

Los textos basados en escritura persuasiva se dirigen a una audiencia específica, mucho más concreta. No solo pensamos en escribir para un determinado sexo, o un rango de edades sino en conocer a ese público objetivo mucho más a fondo.

Un redactor publicitario, como también nos conocen a los copywriter, se pone en la piel del lector, identifica sus necesidades reales, lo que siente, lo que le preocupa en ese momento y el nivel de consciencia que tiene acerca del producto que le está intentando vender.

5. El precio del servicio y el plazo de entrega

 

Igual que debes desconfiar de un community manager que te cobre 50 euros al mes o un redactor que escriba post por 15 ó 20 euros, no debes fiarte de un copywriter que te pida 100 euros por hacerte los textos de todas las páginas de tu web en poco más de tres o cuatro días.

Porque ya te he contado que el trabajo de investigación previo lleva su tiempo.

Y nadie regala duros a cuatro pesetas. Además, el beneficio real de tener un buen copy en una carta de ventas, en una secuencia de emails o en unos anuncios de Facebook está muy valorado y por eso, bien pagado.

Es cierto que ambos servicios, la redacción de contenidos y el copywriting, tienen aspectos en común, pero estas diferencias debes considerarlas siempre. Lo bueno es que se puede aplicar escritura persuasiva a un post y conseguir ambos resultados: generar conversación, confianza, tráfico a tu web y además seducir al lector para que realice una acción.

¿Te ha quedado más claro o sigues igual que al principio? Te agradezco mucho tus comentarios.

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