¿Alguna vez te has quedado con cara de «tonto» cuando el médico te ha explicado algo en su lenguaje y no has entendido ni papa?
Pues eso es lo que hacen muchas empresas que intentan vender en internet sin resultados.
Hablar en un idioma diferente al de su potencial cliente.
Y es que cuando los usuarios entran en tu web, las palabras que leen deben conectar en pocos segundos con lo que están buscando para que no se vayan con la sensación de que no tienes nada para ellos.
Tus textos son tu comercial que trabaja 24 horas los 365 días del año.
Porque en realidad todos compramos los beneficios de un producto, más que el producto en sí mismo.
Vender no es fácil y si llevas tiempo como emprendedor lo sabes.
Son muchos factores los que influyen en que un negocio funcione, tanto si es online como si tienes una tienda física, una academia o un despacho profesional. Y cada paso es importante para todo marche sobre ruedas.
Una vez que tienes un buen producto o servicio ¿qué crees que necesitas para generar más ingresos?
Son tres pilares básicos sobre los que se construye cualquier negocio, sea cual sea su tamaño y su ubicación.
Pero hoy día, necesitas algo más. Un ingrediente extra que te permitirá diferenciarte de tu competencia, empatizar con tu potencial cliente, conectar emocionalmente con él de forma que perciba el gran valor que tiene tu producto.
Porque si consigues eso, lo demás vendrá solo y no volverán a regatearte el precio por muy caro que ahora pueda parecerles.
Escribo textos para todo tipo de emprendedores que tengan un producto o un servicio útil y de valor para una determinada audiencia.
Me da igual que ese público sea numeroso o muy específico.
Pero sí necesito que valores la importancia de las palabras y que seas consciente de que si cambias la forma de comunicarte con tus potenciales clientes, tu negocio mejorará.